Enyba

Ella era una chica no muy alta, de pelo claro y grandes ojos oscuros, en los que albergaba cada uno de sus sueños. Tenía una sonrisa preciosa que siempre lucía en su cara, tras la que escondía todos sus miedos. Solo la vieron llorar una vez, y fue por algo que la marcó por dentro.. Los días de lluvia, se calzaba sus botas de agua, se ponía su impermeable, y salía a bailar bajo la lluvia, a chapotear en todos los charcos que se cruzaba; la lluvia la hacía libre. Los días de sol iba hasta la ribera del río a hablar con los peces, a que le contasen su secreto. No, ella no paraba en casa más que para comer y dormir, no tenía nada que hacer entre esas cuatro paredes. En aquel lugar gris la conocían como la loca, nadie comprendía cómo podía ser tan feliz con tan poco. No había cosa que la hiciese más feliz que volver de comprar el pan comiéndose el currusco, o que un niño pequeño en el parque la sonriese.Y si alguien por la calle la gritaba loca, ella, sin ofenderse, le replicaba: "Loco tú, que no sabes lo que es vivir." Ella era feliz, simplemente eso, no necesitaba nada más .