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lunes, 17 de octubre de 2011

-Lo siento.
+ ¿Porque lo sientes?
- Por todo joder, por todo. Por todo lo que ha pasado estos últimos días. Porque me arrepiento de tantas cosas...
+ Arrepentirse de los actos de uno mismo es una estupidez.
- ¿Que pasa? ¿Acaso tú nunca te has arrepentido de nada?
+ Pues no.
- ¿Y cómo logras no arrepentirte nunca?
+ Pues porque soy de los que piensan antes de actuar. Pienso las consecuencias; tanto las buenas, como las malas. Pienso en que va a pasar si lo hago, lo calculo, para que no me salga mal, y así, nunca tendré que arrepentirme. 
- Eso sí que es una estupidez.
+ Para nada, así me ahorro pedir perdón, como estás haciendo tu mismo.
- Pero, dime, ¿qué sentido tiene la vida si lo calculas todo?  Venga, a veces hay que arriesgarlo todo, sin pensar en las consecuencias, hay que aprender a dejarse llevar, sin pensar en lo que va a pasar. Todos cometemos errores, y a lo mejor luego hay que pedir perdón, pero para eso se inventaron las segundas oportunidades. 
+ ¿Y qué pasa si esa persona no quiere darte otra oportunidad?
- Pues, que de los errores se aprende, pero para aprender de ellos, primero hay que cometerlos .








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